México como país tercermundista

México como país tercermundista

           

            Para comenzar, se debe de explicar que un país tercermundista,  es aquel país que no puede satisfacer sus necesidades por sí mismos, por eso mismo recurre a la importación de bienes y a la deuda pública; en contraste con ello, su principal actividad comercial son las del Sector Primario, es decir, todas aquellas actividades relativas a la extracción y obtención de materias primas (agricultura, ganadería, minería, pesca, etc.), sin llegar a las actividades del Sector Secundario, es decir, las materias primas tal cual son obtenidas, se comercializan, sin que se dé a lugar a un proceso de producción que les confiera un valor agregado.

            Ejemplo de lo anterior:

            El petróleo crudo es comercializado en barriles sin que pase por un proceso de producción, por lo cual, su precio se adhiere al de la Oferta y la Demanda a nivel internacional. 

Posteriormente, el país primermundista que realiza la compra de la materia prima recién extraída, le da un valor agregado al producto por procesarlo con su respectiva tecnología, para posteriormente comerciarlo a un precio que retribuya todas las erogaciones realizadas.

El término Tercer Mundo fue utilizado para todas aquellas naciones que, en su momento histórico[1], no se adhirieron a ninguno de los dos bloques, ya sea el Occidental (en su momento denominado Primer Mundo, donde se ubicaban Estados Unidos, Francia, Japón, Corea del Sur, etc.) y el Comunista (el Segundo Mundo, principalmente representado por la Unión Soviética, China, etc.). 

            En la actualidad, la gran generalidad de los estudiosos de la materia, señalan que los países tercermundistas cuentan con las siguientes características:

¦ Sus actividades principales son la exportación de las materias primas.

¦ Cuenta con una cantidad importante de deuda con los países más industrializados.

¦ Cuenta con una infraestructura muy limitada, la cual no recibe el mantenimiento idóneo.

¦ No trabajan en la creación y estudio de nuevas tecnologías, pues cumplen sus necesidades con la respectiva importación de dichos productos o servicios.

¦ Suele tener una cantidad de población mayor a la sostenible por sus propias materias primas.

¦ Cuenta con un Nivel de educación promedio, por debajo del bachillerato.

¦ Poseen poca infraestructura e inversión en materia de educación.

¦ Detentan elevados niveles de Corrupción en la función pública.

¦ El mantenimiento de costumbres y tradiciones[2] de cierta antigüedad, los cuales a nivel individual, no suelen ser muy considerados en los países desarrollados.

            Los Estados Unidos Mexicanos son considerados como un país Tercermundista, no solo porque se ajusta a los criterios que los estudiosos subrayan sobre el referido término, sino porque contrasta con gran parte de lo que un País Desarrollado o Primermundista tiene, produce o comercializa.

Observamos que la percepción pública, señala a la corrupción como uno de los grandes males de la sociedad mexicana, lo cual, a su vez, permea en las Instituciones públicas.

Entre los países más ricos del mundo, encontramos que hay una relación directa inversamente proporcional entre su nivel de riqueza y corrupción, es decir, mientras más corrupto es un país, menos rico es y viceversa; pero en el ejemplo del país con la corrupción diversificada, observamos que el gobierno carece de la capacidad de recaudar eficientemente los impuestos, pues se puede dar el caso de que la sociedad pagué sus impuestos, pero los funcionarios desvían esos dineros, y de esa manera, nunca llegan a satisfacer la necesidad para la que iba destinada, dejando de esa manera ciertos rubros de la sociedad desatendidos como lo son seguridad, comunicaciones, salud, educación, deportes, alimentación, etc.    

Otro punto sobre la misma corrupción, que evidencia la mala praxis en el país y lo mantiene en el tercermundismo, es  el método de contratación de los servidores públicos, el  cual no obedece a la capacitación, merito y/o escolaridad del sujeto, sino que se toma como base ya cotidiana, la relación entre empleador y entrevistado, dando como resultado, servidores públicos sin una verdadera vocación, con un perfil profesional no adecuado necesariamente y el desaprovechamiento del verdadero talento, disciplina y estudio del sujeto(a) que simplemente no fue considerado para el cargo público.

Otra causa del rezago económico, es ubicado en la cultura, la cual nuestro país comparte con prácticamente todo América Latina, donde la idiosincrasia tiende a inclinarse más por costumbres, religiones y prácticas heredadas, que por la educación, la innovación, la lectura y el avance intelectual; de manera nítida, podemos observar que los países más ricos del mundo tienen índices mayores al 70% de personas que señalan que las religiones no son una parte determinante de su diario quehacer, mientras que los países más pobres del globo suelen tener tasas sumamente altas de creyentes.[3] México cuenta con un porcentaje de más de 94% de creyentes al 2016 acorde al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).  

Más de la mitad de la población vive en algún tipo de pobreza, condición que se ha ido atenuando en los últimos 36 años, esto, aun con las cada vez mayores capacidades del Estado mexicano para recaudar impuestos.

La guerra interna en contra de la Delincuencia Organizada y su afectación a la inversión económica a nivel interno e internacional, evidenció la falta de aptitud de gobernabilidad y la falta de confianza de las Instituciones de las Fuerzas del Orden, así como aumento el número de desempleo y subempleo en la población.

La falta de educación, principalmente en el área de Civismo, lo cual resulta en jóvenes y adultos con poco apego a su país y falta de empatía hacia su conciudadano.

Y con igual relevancia se presenta la denominada "fuga de cerebros" hacia países con mayores inversiones en el área de educación, innovación y tecnología.

Todos los anteriores en conjunto detallan los síntomas del México actual que lo ubican como un país Tercermundista.  

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[1] Después de la Segunda Guerra Mundial

[2] Machismo, religión, racismo, xenofobia, etc.

[3] República Democrática del Congo es considerado el país más pobre del mundo con un PIB per capita de 216 dólares y más de un 99% de creyentes registrados.